Muy buenas tardes, queridos hermanos. En esta ocasión, deseo compartir con cada uno de ustedes una breve reflexión. Reflexión de hoy: La importancia de no apartar nuestra mirada del Autor y Consumador de nuestra fe.
Antes que nada, demos gracias al Señor por este día, por cada momento que nos brinda y por los alimentos que nos provee. En este momento de oración, alabemos y bendigamos al Padre, exaltemos al Rey de gloria, Jesucristo, quien conoce cada una de nuestras necesidades y peticiones.
La importancia de no apartar nuestra mirada del Autor y Consumador de nuestra fe
Oremos por aquellos entre nosotros que están pasando por tiempos difíciles, especialmente por aquellos sin empleo y por los enfermos, como nuestro hermano Francisco. Que el Señor les dé fortaleza y sanación según su voluntad. También elevemos nuestras plegarias por aquellos que no están presentes, que el Señor fortalezca a sus familias y les guíe en su camino.
En esta hora de reflexión, quiero hablar sobre la importancia de no apartar nuestra mirada del Autor y Consumador de nuestra fe, como nos recuerda Hebreos 12:1-2. A veces, al perder de vista a Dios, nuestra fe flaquea y nos sentimos desesperados. Sin embargo, debemos depositar nuestra confianza en Él, pues solo Él tiene el poder y la autoridad para responder nuestras peticiones en su tiempo perfecto.
Es fundamental enfocarnos en las cosas espirituales y no en las terrenales al dirigir nuestras peticiones al Señor. Recordemos Colosenses 3:2, que nos insta a poner nuestra mira en las cosas de arriba. Cuando buscamos primero el reino de Dios, podemos confiar en que Él suplirá todas nuestras necesidades.
Sigamos firmes en la fe, sin apartar nuestra mirada de Jesucristo. Al mantenernos enfocados en Él, nos conectamos con su poder y su gracia, y nuestras peticiones serán respondidas conforme a su voluntad. Recordemos siempre la importancia de la paciencia y la confianza en Dios mientras esperamos sus respuestas.
En conclusión, demos gracias al Señor por su amor y su fidelidad, y confiemos en que Él cumplirá todas sus promesas en nuestras vidas. Que esta reflexión sea de bendición para cada uno de ustedes. ¡Bendiciones!
Fuente: Cumplidores de promesas